Un Sueño de Domingo

“Con mis amigos de la iglesia llegamos temprano a la escuela bíblica dominical, por lo que me ofrecí a prepar café para amenizar la mañana. Me dirigí hacia la cocina para calentar agua, allí había una jarro con agua tibia, en ese momento llego el cuidador quien se ofreció a hervir el agua.
Mientras esperaba aparecieron dos niñitas que no superaban los siete años de edad. Al sentirlas llegar gire mi cabeza hacia atrás para verlas y les dije:
- ¿Qué hacen aquí? Pensando que estaban perdidas. A lo que me respondieron:
- Javier, venimos a verte a ti.
Luego caminaron para ponerse frente a mí, me parecían que estaban felices, y llamaron mi atención diciéndome:
- ¿te gusta nuestro perro ‘Turrón’?. Y claro, junto a ellas había un pastor alemán que se hecho a su lado.
Llamaron mi atención para mostrarme algo. Cuando reían y jugueteaban una de ellas salto hacia la otra y se hicieron una sola niña, volvió a saltar esta y se hizo tres niñitas, y luego cuatro. Consiguieron hacerme entender que eran más que especiales, que tenían ‘algo’ que decirme. Entonces me les adelante al sentir pasos tras de mí, y dije:
- ¡díganmelo luego porque viene gente! Pensando en que ‘su plan’ se iba a arruinar.
En ese instante sentí en mi mano izquierda una manito que al tomarla descubrí que no superaba los tres años. Esa manito me dio tanta seguridad y tranquilidad que me dejo listo para lo que tenía que escuchar. Al momento una de las niñitas se me acerco un paso (ella estaba vestida con un vestido azul, como de princesa, que brillaba y estaba bordado entero de dorado, era trigueña y usaba melena, tenia varias pecas en su cara, y sus ojos eran de un brillante verde esmeralda) y me dijo con una vocecita suave y dulce:
- hijo mío, Yo he escuchado tu promesa ‘del medio día’ de nunca olvidarte de Mi.
Esa frase me estremeció y emociono, por lo que me le acerque mas. Entonces con una voz que la mostraba tanto o más emocionada que yo continuó diciendo:
- y Yo te digo que nunca me olvidare de ti.
Y aun más cerca de mi oído derecho termino diciéndome:
- escucha hijo mío, porque antes que pace ‘el medio día’ te daré ‘algo nuevo’.”
Luego desperté sorprendido y me llene de preguntas.
Te comparto esto porque quizás me puedes ayudar a responder alguna de esas preguntas, como por ejemplo:
¿Qué querrá decir con ‘el mediodía’?