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Cuarenta, un número que se repite cientos de veces en la Biblia y que mencionaré algunas de las veces que se menciona en el nuevo testamento, por ejemplo:
Marcos 1:13Y Jesús estuvo allí cuarenta días, viviendo entre los animales salvajes. Satanás trataba de hacerlo caer en sus trampas, pero los ángeles de Dios cuidaban a Jesús.
Lucas 2:22[Jesús y Simeón] Cuarenta días después de que Jesús nació, sus padres lo llevaron al templo de Jerusalén para presentarlo delante de Dios.
Hechos 1:2hasta el día en que subió al cielo. Jesús murió en una cruz, pero resucitó y luego se apareció a los apóstoles que había elegido. Durante cuarenta días les demostró que realmente estaba vivo, y siguió hablándoles del reino de Dios. Un día en que estaban todos juntos, Jesús, con el poder del Espíritu Santo, les ordenó: "No salgan de Jerusalén. Esperen aquí, hasta que Dios mi Padre cumpla su promesa, de la cual yo les hablé.
Hechos 7:30"Pasaron cuarenta años. Pero un día en que Moisés estaba en el desierto, cerca del monte Sinaí, un ángel se le apareció entre un arbusto que ardía en llamas.
Hechos 7:36"Con milagros y señales maravillosas, Moisés sacó de Egipto a su pueblo. Lo llevó a través del Mar de los Juncos, y durante cuarenta años lo guió por el desierto.
Hechos 13:21Pero todos le pidieron a Dios que los dejara tener un rey que los gobernara. Dios nombró entonces a Saúl rey de la nación. "Saúl era hijo de un hombre llamado Quis, que era de la tribu de Benjamín. Y gobernó Saúl durante cuarenta años.
En el primer ejemplo vemos el tiempo que Jesús estuvo preparándose en el desierto, junto a peligros y tentaciones, pero vemos que estaba protegido contra todos los males. Cuarenta días, una cantidad suficiente para retirarse.

A los cuarenta días de nacer Jesús fue llevado al templo por sus padres como lo decían los mandamientos, sin duda que esta obediencia trajo bendiciones para ellos, y no solo eso sino que se cumplió ese día el deseo de Simeón, fue bendecido por la obediencia de otros. Dios tiene su tiempo de bendición, pero depende de nosotros recibirla.

Después que Jesús resucitó estuvo cuarenta días con sus discípulos demostrándoles que estaba vivo y además les seguía enseñando e instruyendo. Cuarenta días bastan para realmente asimilar que El esta con nosotros y que El hace milagros. Nos permite dudar pero El se encarga de poner convicción en nuestras vidas.

Tuvieron que pasar cuarenta años para que Moisés después de ser exiliado en el desierto recibiera la primera instrucción para liberar a Su pueblo. Si, después del caos, a su debido tiempo, podremos escucharle, verle y sentir su calor presente.

Cuarenta años para recapacitar son suficientes, Dios nos muestra de todas las formas que es El quien nos libera y guía. Dios nos instruye y prepara para recibir su promesa.

Dios nos deja tener nuestros caprichos, pero con el tiempo suficiente para asimilarlo y entender la lección nos muestra que estamos errados.


Sin duda que Dios nos permite pasar por este tiempo de aprendizaje, por este tiempo de desierto, es porque es un periodo que podemos soportar, estamos como humanos construidos para vivir estos ciclos. Es demostrado científicamente que 40 días es suficiente para dejar conductas y para poder purificar nuestros cuerpos de enfermedades, este proceso llamado cuarentena es un tiempo en que Dios, en algún momento de nuestra vida, nos permite vivir para entender que estar y relacionarse con El es lo mejor que podemos vivir.
Hay pecados que molestan para poder vivir abundantemente, Dios te invita a pasar una cuarentena con El.
Hay una promesa que Dios quiere entregarte, pero primero debes prepararte pasando una cuarentena con El.
Hay una vida de cristiano que sobrellevar, pero sabes, Dios te capacitará viviendo una cuarentena con El.

En estos días se cumplen cuarenta de un acontecimiento en mi vida, tiempo en que Dios me ha despojado de algunas cosas y me ha regaloneado con muchas invaluables, y se con certeza que es para vivir un camino difícil pero fascinante y lleno de promesas por conquistar.