viernes, abril 28, 2006

Con La Persona

En su viaje hacia Jerusalén, Jesús y sus discípulos pasaron por un pueblo. Allí, una mujer llamada Marta recibió a Jesús en su casa. En la casa también estaba María, que era hermana de Marta. María se sentó junto a Jesús y escuchaba atentamente lo que él decía. Marta, en cambio, estaba ocupada en preparar la comida y en los quehaceres de la casa. Por eso, se acercó a Jesús y le dijo:
--Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola haciendo todo el trabajo de la casa? Dile que me ayude.
Pero Jesús le contestó:
--Marta, Marta, ¿por qué te preocupas por tantas cosas? Hay algo más importante. María lo ha elegido, y nadie se lo va a quitar.

¿De qué vale hacer y hacer cosas aunque sea POR Él?
¿Qué mejor que estar CON Él y escuchar atentamente lo que Él dice?
¿Qué tan importante son las estructuras, las jerarquías, los edificios y las posesiones, cuando a Jesús le importaba más La Persona de María, no sus “títulos”, ni su profesión y ni sus posesiones?
Yo he elegido lo más importante. He elegido a LA PERSONA de Jesús, y nadie me lo va a quitar.

jueves, abril 06, 2006

Conclusión


Sabía que había en tu mente
Pero no lo quería aceptar,
También sabía que yo no estaba
En tu corazón, pero como deseaba
Estar en él.
.
Se soltaron nuestras manos,
Se cerraron los labios,
Se acabaron las palabras,
Ya no hay música que nos una,
Solo silencio separador…
.
.
… Consolador mío, actúa hoy,
Necesito de Tu bálsamo de amor,
Acaríciame Jesús con Tu voz,
Vuelve a darle forma a mi corazón
Oh Alfarero y Dios Redentor.